¿Alguna vez te has encontrado caminando por la calle, disfrutando de un clima estupendo, en tu propio mundo, cuando notas a dos hombres a unos 20 pies de ti y de repente se te va el ánimo? Si sabes de lo que estoy hablando es posible que seas una entre las millones de mujeres que son victimas del acoso sexual y sepas el tipo de situación en la que te encontrarás en solo unos segundos. El hecho de que varias de nosotras ya sabemos lo que nos espera cuando pasamos a esos ciertos hombres, es triste. Es tan frustrante que no tienen que decir algo en voz alta para saber lo qué están pensando porque sus caras lo dicen todo. Y son tan descarados que ni aunque los retes con tu propia mirada, voltearán su cara. En todo caso, creen que el momento se ha convertido en su oportunidad para coquetearte o tirarte un piropo. Pero realmente es aún más enfurecedor cuando no dicen nada porque si tú eres la primera en reconocer su mirada y en decir algo, te ven como una loca o como irrespetuosa. Se ríen, se hacen los confundidos y te tiran un insulto que te dejará pasmada y preguntándote si posiblemente exagerastes un poco. Después de lo ocurrido te quedas con un sentimiento pesado que solo se te quita con el tiempo. Aun así, sigues con tu vida hasta la próxima vez que tengas que pasar por lo mismo.

Solo la semana pasada me encontré yo en esta misma situación. Yo solo quería recoger mi desayuno pero mientras caminaba hacia el restaurante, dos hombres recargados en su troca, me voltearon a ver y no me quitaron la mirada ni por un segundo mientras pasé por ellos, entré a recoger mi comida y volví a mi coche. Fueron máximo 10 minutos. 10 minutos donde estaba en alerta, mi corazón palpitando, buscando a alguien que me pudiera ayudar, mi teléfono estaba a la mano por si tenía que hacer una llamada y mi pepper spray listo para ser usado. Hace unas semanas atrás paré en un 7eleven por no sé qué. Mientras iba entrando, un hombre se me acercó y me dijo “eres muy bonita.” Lo ignoré y entré a la tienda esperanzada a que eso terminara ahí. Sin embargo, eso no fue el caso y tan pronto como salí de la tienda, se me volvió a acercar y me preguntó que sí quería tener relaciones sexuales con él. El coraje de ellos algunas veces es conmovedor pero en esta situación, que cosa tan asquerosa de tener que escuchar. Sin tratar de justificarlo, en ambas situaciones busqué a mi alrededor por alguien que me pudiera ayudar en duda que la situación llegara a intensificarse. Este detalle casi irrelevante, es algo que las mujeres en Colombia no tienen.

“Solo estamos tratando de sobrevivir” – Nicole J.

Mientras que aquí en los Estados Unidos la mayoría de los espectadores son más probables de ayudar a las mujeres que son acosadas en público, diciendo o haciendo algo al respecto, en Colombia las mujeres sufren el acoso enfrente de varias miradas y solo se tienen a ellas mismas para salir de una situación incómoda. La estudiante de la Universidad Pontificia de Cali, Colombia, Nicole J., cuenta su experiencia como una mujer en Colombia como algo horrible por la razón de que la mayoría del tiempo son vistas como objetos sexuales. El simple hecho de mirarse como una mujer es suficiente invitación para los hombres acercarse a ellas. En el caso de Nicole, ella ha sido asaltada y acosada en público varias veces y la gente a su alrededor no dice nada. El acoso que ellas sufren es una cosa del diario pero su país les ha fallado tanto que todas saben que no recibirán ayuda por “solo un piropo,” lo cual causa que no reporten los incidentes y que este crimen es algo normal de ver en las calles de Colombia. Ellas corren bastante peligro cuando van caminando por la calle pero desafortunadamente se sienten más seguras avisando a una amiga de su locación o ir en compañía de otra mujer, que pedir ayuda a las autoridades.

El acoso sexual es cualquier contacto o comportamiento sexual que ocurre sin consentimiento y hoy en día es tan común como hace 5 años. Es algo que le pasa a ambos hombres y mujeres pero es verdaderamente alarmante la cantidad de ocurrencias de acoso por las que las mujeres tienen que vivir, tanto a que casi todas te podrán decir unas cuantas de sus propias historias. La violencia sexual es un problema grave tanto en los Estados Unidos como en Colombia, aunque ambos países enfrentan realidades diferentes en términos de prevalencia y respuesta institucional. Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, aproximadamente 1 en cada 5 mujeres en los Estados Unidos será víctima de al menos un tipo de acoso sexual durante su vida. En 2019, hubo más de 130,000 denuncias de acoso sexual en el país, aunque se estima que solo el 25% de las víctimas reportan estos delitos. Esta tasa relativamente baja de denuncia refleja la desconfianza hacia el sistema judicial y el miedo al estigma (“National Crime Victimization Survey”).

En Colombia, la situación es igualmente alarmante, aunque con algunas diferencias. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, en 2020 se registraron más de 16,000 casos de abuso sexual, de los cuales más del 70% involucraron a menores de edad, lo que subraya un patrón particularmente preocupante (Instituto Nacional de Medicina Legal). Al igual que en los Estados Unidos, las cifras oficiales pueden no reflejar la magnitud real del problema, ya que muchas víctimas no denuncian debido al miedo, la vergüenza o la falta de confianza en las autoridades.

A pesar de estas similitudes en términos de prevalencia, la respuesta institucional varía. En los Estados Unidos, existen leyes federales como el Violence Against Women Act (VAWA) que ofrecen recursos y apoyo, aunque la implementación y los resultados son inconsistentes (“Violence Against Women Act”). En Colombia, el país ha adoptado leyes más estrictas, pero las tasas de impunidad siguen siendo altas, y las víctimas enfrentan obstáculos significativos para acceder a justicia y protección (Dejusticia). En resumen, tanto en Estados Unidos como en Colombia, la violencia sexual es un problema bastante grave y ocurre demasiado. Esto es solo uno de los  problemas que refleja la deficiencia en los sistemas de justicia y protección, y la necesidad urgente de tener medidas más efectivas para prevenir estos crímenes.

Aqui en San Francisco existen varios recursos y organizaciones que ofrecen apoyo a víctimas de acoso sexual. Estas instituciones ofrecen ayuda que incluye asesoramiento psicológico, asistencia legal, refugio y acompañamiento en el proceso de recuperación. Abajo están incluidas algunas opciones:

  • San Francisco Women Against Rape SFWAR: Esta organización proporciona apoyo a víctimas de violencia sexual a través de servicios gratuitos de consejería, acompañamiento a hospitales y ayuda para navegar el sistema legal. Ofrecen una línea de ayuda las 24 horas en español e inglés para víctimas y sus familiares. Teléfono:  (415) 647-7273
  • Community United Against Violence CUAV: Una organización que apoya a personas LGBTQ+ que son víctimas de violencia y abuso domestico, incluyendo acoso sexual. Ofrecen consejería, grupos de apoyo y asesoría en casos de discriminación y acoso. Teléfono: (415) 777-5500
  • BRAVE Bay Area (anteriormente Bay Area Women Against Rape): Una organización que apoya a sobrevivientes de violencia de género y desafía las normas sociales que perpetúan esta violencia. Ofrecen servicios de apoyo, educación y defensa en el condado de Alameda y más, con un enfoque principal en mujeres, las personas transgénero y no binarias. Teléfono: (510) 800-4247
  • San Francisco Victim Services Division: Esta división del Departamento del Fiscal de Distrito ofrece apoyo legal, psicológico y asistencia financiera para víctimas de delitos, incluyendo acoso y violencia sexual. Los servicios incluyen acompañamiento en el proceso judicial, conexión con servicios médicos y asistencia en la obtención de compensación para las víctimas. Teléfono: (628) 652-4100
  • The Women’s Building es un centro comunitario en San Francisco que ofrece recursos, programas educativos y servicios de apoyo para empoderar a mujeres, niñas y familias de diversas comunidades. Proporciona servicios como asesoría legal, apoyo para víctimas de violencia, educación financiera y talleres de liderazgo. Su misión es promover la equidad de género y fortalecer a las comunidades a través de un enfoque inclusivo y colaborativo. Teléfono: (415) 431-1180
  • National Sexual Assault Hotline RAINN: Aunque es una línea nacional, pueden conectarte con servicios locales en San Francisco. Disponible 24/7 al número 1-800-656-4673

Referencias:

“National Crime Victimization Survey.” U.S. Department of Justice, Bureau of Justice Statistics, 2019, www.bjs.gov.

“Violence Against Women Act.” U.S. Department of Justice, www.justice.gov/ovw/violence-against-women-act.

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. “Informe Anual de Casos de Violencia en Colombia 2020.” Instituto Nacional de Medicina Legal, 2020, www.medicinalegal.gov.co.

Dejusticia. “Impunidad y Acceso a la Justicia en Colombia.” Dejusticia, 2021, www.dejusticia.org.